viernes, diciembre 02, 2005



Con mis sentimientos náufragos llegué a las costas de tu piel
y sin marcas hundidas en mi sentir momentáneo.
Con poca paciencia pido ansionsamente a esa, mi miel
y sin perder la calma, y digo: ¡despojate de lo foráneo!.

Dejé de lado esconder las lágrimas en el silencio
pero sigo tapando mi piel enmascarada de lo vivido
tomo un paso adelante y de mi alma anuncio
aquello que me hace de ti impávido

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