Nuevamente estamos en la palestra debido al tema de la sexualidad. El anuncio de la presidenta sobre entregar (en caso que asi lo requiera) anticoncepción adecuada a menores de 18 y mayores de 14 sin el consentimiento de los padres ha causado más que una molestia de un sector político.
Si bien es cierto que la educación, entrega de valores y cariño de los padres es importante y esencial, resulta no menos importante considerar que en las criticas poco se considera al sujeto juvenil como un sujeto de derecho. El tutelaje de los menores es un aspecto que el catolicismo, y por tanto los católicos en general asi lo consideran, toma como una labor propia. En el programa el Termometro ayer se criticó, por parte de los panelistas de la alianza, que se estaba dejando fuera a los padres en los temas de sexualidad. Ese es un argumento que si bien es cierto por el lado meramente superficial, dice realción con que un padre/madre que no debe tener total potentad sobre los hijo/as. Los chilenos/as deben tener la disponibilidad de formas de prevención, especialmente en tiempos de VIH/SIDA, que satisfagan cada una de las personas y en eso la pastilla es solo una herramienta más. Entonces creo que más bien en las críticas se discute desde una visión de mundo en particular que se disfraza de tolerante pero poco tolera que nuestros adolescentes tomen desiciones libre e informadamente. Y si se equivocan tendrán que asumir lo que eso implica como adultos, con todas sus reflexiones y lágrimas pero sin catigar ni condenar sus actos como pecados dignos de los campos eternos del infierno. Asi aprovamos en el congreso la ley de responsabilidad juvenil, que incluye los chicos que roban las casa del barrio alto, entonces ¿porque, considerado que el discernimiento es una condicion cognitiva, se niega que haya discernimiento en la esfera de la sexualidad? Además ya sabemos que los y las adolescentes están teniendo relaciones más temprano lo cual hace imperativo, en conjunto con mejorar la educación sexual conectada con la realidad de los adolescentes, posibilitar el acceso, el know-how y la reflexión individual respecto a un tema que no solo debe ser restringuido a una conversación amena y tomada media a la ligera sino como un diálogo social.
La amenaza a la familia no es tal porque esa familia ideal ya está, históricamente hablando, desintegrada. El uso del icono de la familia como argumento multiuso de el sector convervador es interesante a medida que siento que ellos no hablan por todas las "familias" en Chile porque sino estarían de acuerdo con que haya una herramienta más, aunque ellos no lo usen y está bien que asi sea. La visión del mundo Bilzybap del mundo conservador no corresponde del todo con la realidad chilena, y aún cuando se presentan cifras que reflejan tal realidad ahora resultan extrañamente inválidas para argumentar el acceso universal (ojo que no implica que todos/as lo vana usar) a una herramienta anticonceptiva de emergencia. Basta de que se infunda miedo, aunque hay que ser realista, y se postulen como los únicos en una labor meseánica de salvar a la humanidad cuando eso es una tarea de todos.
Suponiendo que yo fuera padre también creo que es cierto que muchas cosas, en el ambito de la sexualidad, uno lo va a saber después que haya ocurrido y se espera que en ese entonces haya las herramientas para lidiar con el tema. Y volviendo a cuando era adolescente hice varias cosas sin el conocimiento de mis padres pero no por eso eran irresponsables. Ciertas cosas íntimas podrán llegar el momento de conversarlos pero no por eso vas a gritar a los cuatro vientos y menos a tus padres que :- Mira me voy a acostar con una chica ahora! Así, no creo que hay incluir una visión adultocétrica en la sexualidad, en especial cuando estamos hablando de las y los adolescentes porque el paternalismo al fin al cabo es desacreditar que el/la adolescente pueda tomar desiciones respecto a su cuerpo.
Sinceramente creo que se están tomando pasos a prevenir de manera integral, con esta medida técnica y sanitaria, el avance del SIDA en Chile y para seguir teniendo a la esfera intima como un espacio privilegiado de conocimiento igualitario entre la mujer y el hombre.
Eso sería.
