viernes, enero 26, 2007

La muñeca gigante y otros comentarios....

Ayer y hoy Santiago depertó con unas sorpresas antes no vistas. Primero, el montaje de un choque de micros que supuestamente fue provocado por un rinoceronte que se habría escapado de un zoológico, y la muñeca gigante que está buscando a este rinocerote. Ciertamente es una intervención urbana, a cargo de un grupo de teatro francés, de proporciones y de un estilo e interesante toque que no se habia visto en santiago, por lo menos desde que yo vivo aqui. Lo interesante aqui es, y quiero hacer un paralelo con lo que se hico hace un tiempo tb en stgo con la casa de vidrio, que si realmente es una "cosa cultural" todo el montaje de la muñeca pero, desde una perspectiva mucho más macabra, también podría ser que lo interesante no sea la muñeca en sí sino las personas que se convocan alrededor de ella. Si tomamos esto en un escenario de guerra ciertamente se podría facilmente eliminar la población de una comuna entera de un puro "bang". Lo que escribo es claramente de otro mundo, pero que nos dice la casa de vidrios sobre la morbosidad del chileno de mirar a una persona desnuda. Ciertamente son dos montajes distintos pero la efervesencia de la gente de "achoclonarse" para ver la gigante habla mucho más de la gente que va que la novedad y idea inovativa de la muñeca. Por que si bien se podría plantear, como lo posiblemente pensaron los organizadores, que esta intervención es una forma de ocupar el espacio urbano, entonces porque suceden estos momentos exclusivos y delimitados cuando bien podría ser mucho más cotidiano. No que se haga esta intervención cada semana, y desarrollar asi una telenovela versión gigante en donde tenemos a la gente en la calle siguiendo a ver lo que succederá proximamente. Otro ejemplo de intervención urbana: la idea de dejar un libro en un banco para que otro lo recoja y siga leyendolo, y cuando este listo lo deja igualmente para que otro/a lo lea. Son intervenciones en donde los participantes de la ciudad participan y no solo están como marionetas (lilleputs). No critico nada solo me pregunto si realmente, con las posibles pretenciones que tendrían los productores, que si esto tiene un efecto reproductor en la población urbana que nasca de eso ganas de ocupar el espacio. Porque no es lo mismo ocupar que ocupar. Aún así creo que fue superentretenido le hecho de despertar con algo novedoso y que se interponga en mi diaria bicicletada al trabajo.